Cuando la pandemia llegó a Latinoamérica, las medidas estrictas de cuarentena y la crisis socio-política de varios países, puso en jaque a todos los emprendedores sociales de la región, no solo está en riesgo la supervivencia de estas organizaciones como tantas otras, sino que el impacto que habían logrado alcanzar en estos años se veía amenazado, sobre todo para aquellas cuyo trabajo y propósito se orienta a poblaciones que ya eran vulnerables y excluidas en la “vieja normalidad”.
Durante abril, como parte del programa PES Latam, (Promoción del Emprendimiento Social en América Latina) conformado por Bridge for Billions, Ashoka, New Ventures, LeFil Consulting, VC4A, y la Agencia Suiza de Desarrollo y Cooperación y con base en los resultados obtenidos de una de sus encuestas, toman la decisión de brindar un apoyo adicional a su red de empresas sociales en toda Latinoamérica.
Entre los hallazgos de esta sobresale que: el 54% de los proyectos se vería afectado por la reducción de ingresos y falta de liquidez y que el 60% de los emprendedores enfrentaría la decisión de cerrar la organización en un lapso de 4 meses.
Además, que el 80% accedería a préstamos de capital con bajo interés. el 67% declaró que el gobierno de su país no tenía medidas para organizaciones de impacto como las suyas y que el 97% no cuentan con un seguro que pudiera cubrir una situación crítica, así como que entre los temas más importantes para recibir apoyo son: recursos humanos, liquidez y ventas en línea.
“Hoy por hoy, nos encontramos con un alto número de actividades e iniciativas cuyo objetivo es fomentar el espíritu emprendedor, pero no necesariamente ofrecen un apoyo continuo y estructurado para que las ideas de negocio se apliquen en el mercado de forma real y práctica para sortear la crisis que vivimos. A través de nuestros programas digitales de incubación y siendo parte de PES Latam, Bridge for Billions busca apoyar cada vez a más emprendedores con impacto social o lo que nosotros llamamos: innovación con propósito” comenta Pablo Santaeufemia, CEO y confundador de Bridge for Billions.
Sin duda la crisis sacó lo mejor de toda la alianza, y aunque fuera una situación desalentadora y sin precedentes, el objetivo fue diseñar unos fondos de emergencia para continuar invirtiendo en el impacto de todos los emprendedores dentro de su red para hacerle frente a la crisis.
“Como latinoamericanos no somos ajenos a la crisis y a la incertidumbre, pero nunca nos pasó que 7 países entren simultáneamente en un recesión”, cuenta Gabriel Marcolongo CEO y fundador de Inclúyeme, una empresa social con operaciones en México y 6 países más de la región, que trabaja por la inclusión sociolaboral de miles de personas discapacitadas a través de su plataforma.
La pandemia los afectó directamente porque no solo las empresas y organizaciones con las que trabajan dejaron de contratar, sino que evaluaban el despido de miles de personas. Miles de emprendedores sociales en Latinoamérica como él, enfrentan una crisis sin precedentes en el mundo.
Y aunque la pandemia demostró que este tipo de organizaciones pueden ser muy resilientes en repensar su modelo de negocio y seguir generando impacto, algo era muy predecible: la reducción abismal de ingresos obligaría a la necesidad de acceder rápidamente a fondos que valoren su impacto.
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Fondos de emergencia frente al covid-19
En julio, PES Latam lanzó sus fondos de emergencia gracias a la obtención de apoyo de inversionistas de impacto como Open Road y VIWALA, que decidieron sumar su capital para invertir en emprendedores en crisis y contarían además, con la asesoría y expertise de Kaya Impacto, LeFil Consulting y Roots of Impact para llevar a cabo todas las transacciones financieras de la manera más ágil posible.
Estos apoyos consistían en préstamos de emergencia tipo “Incentivos de Impacto Social” (SIINC), subsidios vinculados al impacto (Impact-linked grants) y asistencia técnica en administración financiera en crisis.
La novedad tanto de los préstamos y de los subsidios, no solo reside en la rapidez en que se generan los acuerdos, sino que los criterios de selección y desembolso de los fondos depende directamente del impacto que generan y no solo con base en los números de la organización, por ejemplo, los préstamos tipo incentivos de impacto social (SIINC), creado por Roots of Impact, permiten que el emprendedor repague el préstamo con el impacto: mientras más impacto generan en comunidades vulnerables, menos dinero deberán devolver de la totalidad del préstamo.
Hasta el día de hoy, son cerca de US$11 millones que se encuentran en transacción con diferentes empresas sociales de México, Guatemala y Perú. Y más de 10 organizaciones reciben una asesoría financiera en manejo de flujo de caja, negociación de préstamos, planificación de escenarios y diseño de modelos financieros para superar todos los obstáculos durante la pandemia.
Estos fondos de emergencia de PES Latam, no solo son un ejemplo para hacer frente a la crisis, sino que demuestran que, cuando el emprendedor es capaz de entregar y demostrar su impacto, es posible invertir capital que esté estrechamente relacionado e incentivar al mismo y de una manera ágil.
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